Milei y el escándalo de corrupción que sacude a su Gobierno

BUENOS AIRES, ARGENTINA. – Javier Milei enfrenta la mayor crisis de su Gobierno tras el escándalo de corrupción desatado por la promoción de la criptomoneda $Libra en sus redes sociales. La tormenta que se desató ha puesto en jaque su credibilidad, generando denuncias de fraude, estafa y abuso de poder tanto en Argentina como en el extranjero.
Una crisis detonada en redes sociales
Todo comenzó con un tuit publicado el viernes por la noche en la cuenta oficial de Milei, en el que promocionaba la criptomoneda $Libra, asegurando que ayudaría al crecimiento económico del país y que era una gran oportunidad de inversión. En cuestión de minutos, el valor de $Libra pasó de cero a una cotización significativa gracias al respaldo del mandatario. Miles de personas en distintos países compraron la moneda digital, desatando una fiebre especulativa.
Sin embargo, poco después, el valor de la criptomoneda se desplomó estrepitosamente, dejando a miles de inversores con grandes pérdidas. Rápidamente, especialistas en el sector financiero advirtieron que se trataba de un esquema fraudulento similar a una estafa piramidal, lo que generó una ola de denuncias públicas.
Denuncias de fraude y corrupción
Ante la creciente presión y las críticas en redes sociales, Milei eliminó el tuit cuatro horas después de haberlo publicado, un hecho sin precedentes en su gobierno. Su explicación fue que desconocía los pormenores del proyecto y, tras informarse, decidió dejar de promoverlo. No obstante, la justificación no convenció a la opinión pública ni a la oposición, que lo acusó de haber utilizado su posición para beneficiar a especuladores cercanos a su círculo de confianza.
Actualmente, hay más de 100 denuncias penales contra Milei, incluyendo acusaciones de corrupción, uso de información privilegiada, negociaciones incompatibles con la función pública y fraude financiero. Además, el FBI está investigando la operación debido a la participación de inversores estadounidenses.
Un Gobierno sin respuestas
El oficialismo ha tenido dificultades para contener la crisis. Mientras algunos intentaron argumentar que Milei fue víctima de un engaño, otros intentaron desviar la atención señalando al kirchnerismo como responsable de la situación. Sin embargo, esta estrategia no ha tenido el efecto deseado, ya que los principales perjudicados por la caída de $Libra son libertarios que confiaron en el presidente.
El sábado, el fundador de $Libra, Hayden Mark Davis, reveló que era asesor de Milei y que había recibido garantías de apoyo gubernamental. También se filtraron pruebas que vinculan al mandatario con empresarios cripto desde antes de asumir la presidencia, incluyendo visitas a la Casa Rosada.
Un intento fallido de control de daños
Para calmar la situación, Milei anunció una investigación oficial sobre el caso. Sin embargo, la medida fue recibida con escepticismo, ya que se percibe como un intento de autoinvestigarse. Posteriormente, el lunes por la noche, el presidente dio una entrevista en el canal TN, donde aseguró que no había promovido la criptomoneda, sino que simplemente la “difundió”. También minimizó el impacto del escándalo, afirmando que el número de afectados era mínimo y comparando la situación con la pérdida de dinero en un casino.
Lejos de apaciguar la crisis, la entrevista provocó una nueva controversia cuando se filtró la versión sin editar. En las imágenes se observa al asesor presidencial Santiago Caputo interviniendo en la conversación y al periodista Jonatan Viale cambiando sus preguntas para evitar problemas legales para el mandatario.
La sombra de la corrupción
El martes, el diario La Nación reveló que Hayden Mark Davis estaba coordinando una estrategia conjunta con el Gobierno para reducir el impacto del escándalo. Además, se filtraron mensajes donde el empresario afirmaba tener control sobre Milei gracias a sobornos pagados a su hermana, Karina Milei, quien ejerce un rol clave en la presidencia.
Este episodio no solo ha debilitado la imagen del presidente, sino que ha dejado en evidencia la fragilidad de su administración frente a escándalos de corrupción. A medida que avanzan las investigaciones y se suman nuevas pruebas, el futuro político de Milei se vuelve cada vez más incierto.